Acogimiento familiar

El Tribunal Supremo (TS) ha decidido sobre un asunto especialmente delicado, una madre quería visitar a sus dos hijas, que están en acogimiento familiar permanente tras haber sido declaradas en situación de desamparo y que actualmente están tuteladas por la Administración. Resulta que la Generalitat Valenciana le denegó expresamente esas visitas. Cuando la madre decidió acudir a los tribunales, tanto el juzgado de primera instancia como la Audiencia Provincial rechazaron su petición, para sorpresa de muchos, porque consideraron que había pasado demasiado tiempo desde la declaración de desamparo, más de dos años, que es el plazo que marca el Código Civil para que los progenitores pidan que se revoque una declaración de desamparo.

La madre no se rindió y recurrió al TS alegando que esto vulneraba derechos fundamentales tanto de ella como de sus hijas, porque impedía cualquier contacto entre ellas y ni siquiera permitía que un juez valorase las circunstancias concretas. El TS le ha dado la razón, concluye que ese plazo de dos años solo limita el tiempo para solicitar la revocación del desamparo, pero no afecta al derecho de los progenitores a impugnar en los tribunales una resolución administrativa específica (por ejemplo, la que niega las visitas), siempre que lo hagan en el plazo de dos meses desde la notificación de esa decisión.

Así, el TS insiste en que las decisiones administrativas que afectan a las visitas entre padres e hijos deben poder ser revisadas por un juez para garantizar el interés superior de los menores y los derechos de sus padres. La administración no puede suspender visitas indefinidamente sin control judicial y hay que revisar periódicamente cada caso para proteger siempre el bienestar de los menores.